Compartimos este texto de uno de nuestros autores favoritos.
Todo es: llegar hasta el término y después dar a luz.
Dejar completarse cada impresión y cada germen de sentimiento
absolutamente en sí, en lo oscuro, en lo indecible, en lo inconsciente,
en lo inasequible al propio sentimiento, y esperar con profunda
humildad y paciencia la hora del nacimiento de una nueva claridad;
sólo eso es vivir como un artista: en la comprensión como en la creación.
Para ello no hay ninguna medida de tiempo; un año no cuenta,
y diez años nada son. Ser artista es: no calcular y no contar;
madurar como el árbol que no apura sus savias y que está, confiado,
entre las tormentas de primavera, sin la angustia de que no pueda
llegar un verano más. Llega, sin embargo. Pero solamente
llega para los que tienen paciencia y viven despreocupados y
tranquilos como si ante ellos se extendiera la eternidad.
Lo aprendo diariamente; lo aprendo en medio de dolores a los
cuales estoy agradecido: paciencia es todo.
Dejar completarse cada impresión y cada germen de sentimiento
absolutamente en sí, en lo oscuro, en lo indecible, en lo inconsciente,
en lo inasequible al propio sentimiento, y esperar con profunda
humildad y paciencia la hora del nacimiento de una nueva claridad;
sólo eso es vivir como un artista: en la comprensión como en la creación.
Para ello no hay ninguna medida de tiempo; un año no cuenta,
y diez años nada son. Ser artista es: no calcular y no contar;
madurar como el árbol que no apura sus savias y que está, confiado,
entre las tormentas de primavera, sin la angustia de que no pueda
llegar un verano más. Llega, sin embargo. Pero solamente
llega para los que tienen paciencia y viven despreocupados y
tranquilos como si ante ellos se extendiera la eternidad.
Lo aprendo diariamente; lo aprendo en medio de dolores a los
cuales estoy agradecido: paciencia es todo.
Rainer María Rilke